Si se siguieran los
postulados de Alma- Ata1, habría que concluir que la APS se propone llegar a
todos, principalmente a los más pobres, enfocada en los hogares y en las
familias; no sería cuestión sólo de servicios de salud. Como acción no puede entendérsela
como atención médica, y menos aún, atención médica primaria, o peor, atención
por personal no calificado. Son ellas, algunas de las confusiones que se fueron
presentando en este proceso desde Alma Ata. Otras fueron: confundir “la puerta
de entrada al sistema” con el mero “contacto inicial de asistencia médica” desintegrando
el proceso de atención. Por si sólo no bastaría con entrar al primer escalón
del sistema. Tampoco coincide con el enfoque efectivo de la APS, la reducción
que se hace de ella en la idea de “servicios de salud para todos”; APS no es
sólo servicios de salud.
La renovación de la
APS.
A partir de la
evaluación de la estrategia de APS y de la crisis general de los sistemas de
salud especialmente en los países pobres, la OPS y la OMS se han planteado en diferentes
instancias y momentos la renovación de esta estrategia:
La re orientación de
los servicios de salud, dice la OPS, sólo se logrará con sistemas de salud
basados en la promoción de la salud y en la renovación de la atención primaria,
los cuales deben:
Ø Garantizar servicios
de atención primaria como “puerta de entrada” (acceso equitativo a servicios
básicos), garantizando cercanía a las gentes, intersectorialidad y
participación.
Ø Complementarse con
diferentes niveles de atención especializada, ambulatoria, hospitalaria y otros
servicios de protección social.
Ø Introducir mecanismos
de coordinación e integración (sistemas de referencia y contra referencia,
sistemas de información – planeación, seguimiento y valuación) y mecanismos de
financiación y coordinación de la atención.
Ya antes, en esa
misma dirección, la Resolución CD 44.R6 del Consejo Directivo
(OPS) en 2003,
aplicaba el mandato de los Estado miembros de OPS para renovar la Atención
Primaria en Salud en las Américas, la cual llevó a la Declaración de Montevideo.
Su eje fundamental propende por adoptar (…) fortalecer y desarrollar sistemas
de salud basados en la APS (…), construidos sobre valores de equidad, solidaridad
y el derecho a gozar del grado máximo de salud posible”.
Más recientemente la
Organización Mundial de la Salud (OMS) reafirma los principios y valores de la
Atención Primaria en Salud: la equidad, la solidaridad, la justicia social, el
acceso universal a los servicios, la acción multisectorial y la participación comunitaria6.
En el mismo sentido, el “Informe sobre la salud en el mundo, 2008” propone
cuatro áreas de política para reducir las inequidades sanitarias: subsanarlas
por medio de cobertura universal, situar al individuo en el centro de la
prestación de servicios, integra la salud en las políticas publicas de todos
los sectores y liderazgo integrador en pro de la salud. El sistema de salud
(que tiene como estrategia la APS) se basa en sus principios y valores, hace
énfasis en promoción de la salud y prevención de la enfermedad.
Constituyen sus
elementos esenciales: sostenibilidad, responsabilidad y rendición de cuentas;
orientación hacia la calidad, respuesta a necesidades de salud de la población;
atención integral, integrada y continua; políticas y programas por la equidad.